Ha sido divertido y genial, el pasar de ser un ente sin
nombre para los niños y en el proceso de relacionarnos mi nombre salía de sus
labios y el Missi con el que saludan a sus maestras era compartido con mi
persona. Los estudiantes demostraron interés y entusiasmo por aquello que les
enseñaba y el deseo de compartir conmigo fue en aumento. Realmente una
experiencia nueva y única que no cambio por nada, el proceso de la evaluación
fue difícil ya que nosotros no damos notas, pero el ver como los maestros
utilizaron mis trabajos con los estudiantes para darle una ayuda en sus notas
me lleno de satisfacción y logro.Fue un poco triste el despedirme, pero más me sorprendió el cariño expresado por los niños que me llaman missi, Creo que fue un alivio dentro de mis dudas iniciales el ver que no estoy tan lejos del titulo que estos pequeños nos confieren cuando nos conocen y confian en nostros.
Diario reflexivo sobre mis experiencias en el ambiente educativo. Por asunto de la veda electoral no puedo dejar establecido qué escuela y qué pueblo, pero si dejare una bitácora de mis visitas, experiencias según veo y escucho, mientras comparto con los niños a los que sirva como maestra bibliotecaria.
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